Y claro está, es el último de las mañanas
de agosto, por que a partir del próximo día 2 de septiembre volvemos a nuestro
horario de 19 a 20 horas.
Y como todos los años, confiamos en que,
poco a poco, vayan aumentando los compañeros que nos acompañan según vayan
regresando del merecido descanso, hasta llegar a esos cientos de personas que
cada martes nos concentramos ante una de las "cuevas" políticas de
nuestro País. Como es lógico durante este mes de agosto
no se ha movido nada en torno a nuestro expolio, no sabemos, pero tenemos toda
la confianza en que, a partir de septiembre, se pueda mover algo en torno a la
Fiscalía y la carta-denuncia que en su día presentamos un grupo de Asociaciones
componentes de ANVIFA y que posteriormente fue ratificada y ampliada por otra
Asociación que sin pertenecer a dicho grupo, se adhirió por estar de acuerdo
con su contenido.
Confiamos en poder daros noticias al
respecto y, entretanto, os esperamos el martes día 2 de septiembre a las 19 horas.
Otro martes de mañana y otro martes en el
que la "cueva" sigue sin mucho movimiento. Pero los irreductibles
seguimos haciendo acto de presencia y no cejamos en nuestras reivindicaciones.
Hoy hemos tenido la agradable sorpresa de
recibir a nuestro compañero y amigo Paco de Las Palmas, que siempre que viaja a
la capital, nos hace una visita en el horario de la concentración. Por lo
demás, a la espera de que regresen nuestros compañeros de vacaciones y se unan
al colectivo, para que los cánticos sean más sonoros.
Y todo igual sin que se aprecie el menor
de los movimientos. Claro, es agosto; unos en su Galicia natal, otros en Las
Bermudas, alguno en Alemania y, el resto, bueno el resto sigue restando que es
lo suyo.
Pero da igual, estén donde estén siguen
siendo sordos, autistas, impresentables y lacayos del poder económico y
financiero que los tiene a todos como las gallinas a sus polluelos, bajo el
manto protector de sus alas; bien con la financiación de sus campañas,
directamente o a través de sus empresas participadas; bien con la condonación
de sus deudas; o bien con ambas; o con los nuevos sistemas que cada día se
inventan para huir de posibles irregularidades.
Pues así está el patio, amigos. Con calor
y sin nuestro dinero. A lo mejor están esperando a que comience el nuevo curso,
ya sabéis eso que dicen que empieza en septiembre y que como va a ser el inicio
de preparar las elecciones autonómicas y municipales, pues entonces se empiezan
a acordar de nosotros y.....
Uf, menos mal que me he dado cuenta a
tiempo. Ya empezaba a escribir en forma de novela de ficción. Ala, feliz verano
y nos vemos a la vuelta, en Génova, claro. Que no decaiga la fiesta, no vaya
que un día nos devuelvan nuestro dinero y la fastidiamos. Qué haríamos, dónde
nos concentraríamos, y contra quién. Vaya dilema.
No era posible, no parecía real, apenas
faltaban cinco minutos para las once y media de la mañana y por la calle
Génova, en ambas direcciones de bajada y subida, se apreciaba una inusual
afluencia de personas. Muchas caras eran nuevas pero otras eran conocidas;
aquello no tenía explicación alguna; todos se detenían frente al PP; eran
víctimas del expolio de Fórum y Afinsa; apenas nos daba tiempo a realizar un
recuento; la acera se empezaba a poner impracticable; un 5 de agosto con un
montón de gente de vacaciones; y por la mañana que parece que todo el mundo
está más ocupado o perezoso....
Bueno amigos, este podría haber sido un
relato maravilloso de lo que podría haber ocurrido hoy, pero lo cierto es que
no ha sido así, las imágenes hablan por sí mismas y todo cuanto se pretenda
"novelear" no deja de ser eso, una quimera del autor y cualquier
parecido con la realidad es pura imaginación.
No obstante estamos enormemente
agradecidos a los valientes, fieles e irreductibles que se han acercado para
corear los mensajes de gratitud que les enviamos a nuestros "dignos"
y "honorables" politicastros de Génova, 13. Así, al menos, no se
olvidan de nosotros por que a pesar de ser pocos, seguimos haciéndolo en nombre
de una multitud, la que debería subir y bajar por la calle Génova cada martes
hasta que nos devuelvan nuestro dinero.