¿INDICIOS?
El juez Pedraz concluye el sumario de Afinsa ocho años
después
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El juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz.
El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha concluido finalmente la investigación de la
estafa de la filatélica Afinsa ocho años después de que fuera intervenida
judicialmente, y en la que están procesados 14 de sus máximos
responsables por crear un agujero de casi 2.000 millones.
Pedraz ha dictado un auto en el que da por finalizado el sumario y remite
todas las actuaciones realizadas a la sección primera de la sala de lo penal,
que será la encargada de celebrar el juicio contra el expresidente Juan Antonio
Cano y los ejecutivos y miembros del consejo de administración Albertino y
Carlos de Figueiredo, Vicente Martín o Emilio Ballester, entre otros.
La pasada semana, la sección tercera desestimó los recursos presentados por
los catorce acusados y avaló la decisión que Pedraz tomó hace más de un año de
procesarles por delitos de estafa cualificada, insolvencia punible,
falseamiento de cuentas anuales, blanqueo de capitales y delitos contra la
Hacienda Pública.
Y lo hacía “aun admitiendo la
endeblez de algunos indicios en que se sustenta la imputación de algunos
recurrentes -endebles, pero indicios-”, pero consideraba que la “la depuración
última” de su trascendencia penal debía decidirse en el juicio.
Con ello, culmina una
investigación que se inició en abril de 2006 con la querella que presentó la
Fiscalía Anticorrupción y que llevó a la intervención judicial de la sociedad y
también la de Fórum el 9 de mayo de ese año.
La estafa de Afinsa, según cálculos de Pedraz, afectó a 190.022 pequeños
ahorradores, que invirtieron en sellos, generalmente a partir de 300 euros (366
dólares), con la promesa de que se revalorizarían al menos un 6 % por ciento anual.
Según detallaba Pedraz en el auto de procesamiento, que dictó en julio de
2013, la cúpula de Afinsa desarrolló una operativa piramidal de negocio
“ruinoso e inviable” y, a costa de su creciente déficit patrimonial,
incrementaron de forma continua sus ventas entre 1998 y 2006, lo cual les
permitió mantener el negocio.
“La apariencia empresarial era de
una actividad lícita” de contrato de compra de sellos por el particular, depósito de los mismos
a cargo de la vendedora -Afinsa- y mandato de venta o compromiso de recompra
por la misma, que se configuraba como una opción para el comprador.
“Sin embargo, ni los sellos valían lo que se pagaba por ellos, ni se
revalorizaban en la medida que se retribuía al ahorrador, con lo que la única
viabilidad del negocio, tal y como se diseñó, consistía en reproducir 'ad
infinitum' esa misma práctica defraudatoria con nuevos clientes, cuyas
aportaciones pudieran
ser utilizadas para alimentar tal dinámica”, decía el juez.
Ello determinó que a 21 de abril de 2006, cuando Anticorrupción presentó la
querella que dio origen al procedimiento, Afinsa se encontrase en una situación
de “absoluta insolvencia, conocida por los responsables de la compañía, que
además se esforzaron en ocultar para mantener la continuidad de la empresa y,
con ella, su fraudulento negocio”.
Paralelamente a la investigación penal, el Juzgado de lo Mercantil número 6
tramitaba el concurso de la sociedad, que calificó como culpable el pasado
octubre y condenó a Cano Cuevas, Carlos de Figueiredo y Martín Peña a 15 años
de inhabilitación para administrar bienes y a restituir el agujero ocasionado.